LA SEGURIDAD EN EL MANEJO DE DISOLVENTESLos disolventes son tan comunes en muchos lugares de trabajo que los trabajadores se olvidan de lo peligrosos que pueden resultar. Se entiende por disolvente aquella sustancia, habitualmente líquida, que se utiliza para disolver otra sustancia. Aunque los disolventes pueden utilizarse sin riesgo, pueden provocar problemas de salud al contacto con la piel o al inhalar sus vapores. Aparte de los riesgos para la salud, los vapores de muchos disolventes son inflamables y explosivos. Uno de los riesgos más comunes para la salud relacionados con el contacto con los disolventes es la dermatitis, la cual puede producirse tras uno o varios contactos. Puede dejar la piel susceptible a infecciones de corta duración o convertirse en un problema crónico. La exposición al disolvente puede provocar la sensibilización hacia éste, es decir, una reacción alérgica diferida que a menudo se agrava con posteriores contactos. Uno de los peligros con los disolventes es que pueden afectar a la persona antes de que ésta se dé cuenta. Dependiendo del tipo y concentración del disolvente, los efectos del contacto van desde entre una leve irritación respiratoria a graves lesiones en los órganos y funciones corporales. En casos extremos, la exposición excesiva a los vapores de un disolvente puede causar insuficiencia respiratoria y la muerte. Cuando se trabaja con disolventes es importante saber qué disolventes se están usando y qué medidas deben tomarse para protegerse contra su exposición nociva o peligrosa. Se recomiendan las siguientes medidas de seguridad:
Como sucede con otras sustancias tóxicas en el lugar de trabajo, los métodos preferidos para el control de riesgos son su sustitución por otras sustancias menos tóxicas en operaciones de uso, la ventilación por aspiración local y el almacenamiento en envases cerrados. |